TEMA LXXXIV
A nuestras personalidades
Este tema va dirigido a nuestras personalidades porque como humanos, la mente humana lo mismo piensa cosas buenas que cosas malas. Cual es mi dicho quedando una persona piensa en hacer una cosa mala, lo primero que tiene que hacer es preguntarle a su conciencia a ver que le dicta. Segundo, contar con su corazón a ver si le dice que lo haga. Tercero, preguntarle a su sangre si está pacífica en sus venas porque cuando van a hacer una cosa mala, tu sangre propia es la que te da la vida, también está bastante alterada. Eso quiere decir que hasta tu sangre sabe que es malo lo que vas a hacer, por eso hay que contar con ella también.
Tenemos el alma que le podemos preguntar cuando pensamos una cosa mala, verás como te dice que no lo hagas. Como te dice el alma que no lo hagas, pensando siempre en que te van a coger, en que está mal hecho. Cuando todo esto, quizás pensando en que son cosas malas no las realizas, al cabo del tiempo cuando tu memoria lo ha repasado y tu mismo reconoces que has hecho bien en no hacerlo, te encuentras satisfecho como eres.
Tu puedes alimentar el alma, la sangre, tu conciencia, tu corazón a salir de todos los malos pensamientos que has tenido. El alimento de todo es sencillísimo: respirar profundamente, tomar aire por la nariz y soltarlo por la boca, en una palabra, suspiros profundos. Así se alimenta la sangre, el corazón, la conciencia y el alma cuando no has hecho lo malo que estabas pensando. Así te encuentras más satisfecho y contento de no hacer mal a nadie.
TEMA LXXXIV A nuestras personalidades. Los noventa y cinco temas de un labrador. (Victorio Castro Robledo)