Origen de la celebración de la «misa del gallo»

La misa del gallo se festeja tradicionalmente en la medianoche del 24 al 25 de Diciembre, como celebración por el nacimiento de Jesús.

Hay varias versiones sobre su origen, pero aquí vamos a señalar simplemente 3.


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La primera de ellas nos lleva hasta el Siglo V, concretamente al papado de Sixto III, quien decidió establecer esta misa en un pequeño oratorio detrás del altar mayor de la Basílica de Santa María la Mayor, en el momento “ad galli cantus”, que lo asociaban con la medianoche.

La segunda nos conduce un poco más lejos, hasta Jerusalén, donde parece ser que se tenía la costumbre de celebrar una misa a media noche, salir en procesión por Jerusalén y llegar al templo más importante de la ciudad al amanecer (justo en el momento en el que cantaba el gallo) para celebrar la última misa.

Y la tercera nos aproxima a una leyenda popular que dice que el primer ser vivo del pesebre en anunciar el nacimiento de Jesús fue un gallo que había allí, y que al percatarse de tan magno acontecimiento no dudó en pregonarlo para que todo el mundo lo supiese, de manera que se puso a cantar; proclamándolo “ad galli cantus”.


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Otra teoría, poco documentada y que carece de bastante credibilidad, sostiene que el nombre se debe a que, antiguamente, en algunos países el menú de la cena de Nochebuena estaba compuesto por un gallo asado.