Nueva Denominación de Origen Protegida vitivinícola en el Campo de Calatrava.

La reciente noticia sobre la aprobación de una nueva Denominación de Origen Protegida (DOP) en el Campo de Calatrava, en Castilla-La Mancha, marca un momento significativo en el sector vitivinícola de la región. Esta denominación, que se espera sea ratificada por la Unión Europea antes del 15 de febrero, viene a reconocer la calidad distintiva de los vinos producidos en esta comarca. El anuncio fue realizado por Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, durante la presentación del primer vino de crianza volcánica y libre de contaminación electromagnética por Bodegas Encomienda de Cervera, en Almagro.

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Esta DOP, que será la número 102 española, representaría un avance notorio en la valorización y comercialización del vino de la región, situando a Castilla-La Mancha en una posición privilegiada dentro del panorama vinícola nacional e internacional. Con la incorporación de esta nueva denominación, la comunidad autónoma contará con 29 denominaciones de origen protegidas y ocho indicaciones geográficas protegidas, la cifra más alta de toda España. Esto es especialmente relevante considerando que Castilla-La Mancha contribuye con aproximadamente el 9% de la producción vinícola mundial.

El Campo de Calatrava abarca una serie de localidades que incluyen Aldea del Rey, Almagro, Argamasilla de Calatrava, Ballesteros de Calatrava, Bolaños de Calatrava, Moral de Calatrava entre otras, sumando un total de dieciséis municipios. La particularidad de esta zona radica en su geografía y geología únicas, marcadas por una intensa actividad eruptiva histórica.

Esta característica geológica ha dado lugar a una diversidad de formaciones volcánicas como conos de piroplastos, coladas lávicas y cráteres de explosión hidromagmática o maares. Estas formaciones han resultado en suelos ricos y variados, fuertemente influenciados por la morfología del terreno, lo que confiere a los vinos de esta región características singulares en cuanto a sabor y calidad.

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La superficie vitícola del Campo de Calatrava, que se extiende por 13.583,71 hectáreas, se beneficia enormemente de esta riqueza geológica. Los suelos volcánicos, con sus depósitos de lavas y piroclastos, aportan una complejidad mineral que se refleja en los vinos producidos, dotándolos de una identidad propia que ahora se busca proteger y promover a través de la nueva Denominación de Origen Protegida.