Quiso el destino y las circunstancias de la vida que Carmen Rodríguez Moreno viese por primera vez la luz en el bonito pueblo manchego de Moral de Calatrava. Corría el año 1899 y la Compañía Teatral del actor D. Alejandro Rodríguez, padre de Carmen, actuaba en Moral de Calatrava, con motivo de la festividad de San Blas, cuando su mujer Da Carmen Moreno prematuramente se puso de parto, el día 3 de febrero de 1899, dando a luz a la que más tarde sería la gran actriz Carmen Rodríguez Moreno.
Da Carmen Rodríguez siempre consideró como una anécdota su lugar de nacimiento, ya que siempre se había sentido madrileña, pues toda su infancia la vivió en la Calle Toledo de Madrid.
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De Madrid se traslada a Méjico junto con su familia, a la temprana edad de doce años, para probar fortuna en las Américas, instalándose en México capital. Su padre, D. Alejandro Rodríguez, que era director y empresario de una Compañía teatral cultivó el «género chico», durante varios años, por toda Sudamérica. Fue él quien le dio la oportunidad de actuar a su hija con apenas quince años de edad. Carmen tuvo su primera actuación en una función benéfica en el Teatro Politeama de La Habana,debutando con la obra “La trapera”, castizo sainete madrileño por el que obtiene un gran éxito. Su padre, aprovechando tal circunstancia, organiza para ella una nueva compañía, con la que debutaría como profesional en el Teatro Terry de Cienfuegos (Cuba). Estos primeros años trabaja en Nicaragua, Venezuela y Guatemala junto al escritor Rubén Darío, quien sería su padrino artístico.
El día de su presentación en Guatemala, con motivo del homenaje que se dio a la artista manchega el 18 de mayo de 1915, en el Gran Teatro de la capital guatemalteca, el destacado poeta nicaragüense, Rubén Darío le escribe una dedicatoria titulada «A Carmencita Rodríguez en su beneficio» a la vez que la bautiza con el apelativo de “Cabecita de Oro”, en clara alusión a su pelo rubio y ondulado. Comenzaban así las estrofas que le dedicó, a su aurea cabellera, a modo de bautismo artístico:
«Tus cabellos de oro son del Siglo de Oro.
Sólo tus cabellos valen un tesoro,
oro que a la tierra nos envía el sol.
Y eres tan graciosa y eres tan bonita,
que tu blonda imagen en mí resucita
toda una leyenda del pueblo español…»
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Se comenta que, Rubén Darío, los compuso en breves instantes, sentado en el bar «La Unión» de dicha capital, siendo leídos por Claudio García, barítono de la Compañía de Marina Huguetti. Carmen, agradecida, incorporó inmediatamente este poema a su nutrido repertorio. Lo recitó por primera vez en el Teatro Reina Victoria de Valparaíso (Chile). Esta composición, más o menos perfecta, lo cierto es que alcanzó bastante celebridad, publicándose en varias revistas, como «Ideas Gráficas» y «Cinegrama», de Barcelona; «Castillos» y «Leones», de Méjico, y «Diario Ilustrado», de Puerto Rico.
A finales del verano de 1915 se casa con el bailarín José Fernández, del cual acaba divorciándose. Desde 1917 a 1920 trabaja en seis películas de producción española en América, como “Mefisto” en 1917 ó “La Dama Duende” en 1919. Hasta que en 1920 Carmen forma su propia compañía con la que se presenta en Los Ángeles, esto le da pie a poder introducirse en el mundo del cine de Hollywood. Así entre 1923 y 1930 Carmen revela, a lo largo del continente americano, su estupenda personalidad de recitadora, y su gran capacidad de adaptación a cualquier tipo de papel interpretativo como actriz cómica o dramática. Interviene entonces en un breve film musical de los producidos en Nueva York por la Hispano-América Movitonal, en los comienzos del cine hablado, y firma un contrato con la Pathé para hacer las versiones españolas de películas norteamericanas, pero en dicha compañía deciden adoptar el sistema del doblaje, quedando libre para aceptar ofertas de otros estudios.
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Comienza así el boom del cine sonoro, por lo que Carmen decide establecerse en Hollywood donde surge su primera oportunidad de hacer películas en la meca del cine. La Metro-Goldwyn se disponía a filmar “Olimpia” y necesitaban una actriz, tras una prueba Carmen quedó contratada, trabajando al lado de actores hispanos de la talla de María Alba y José Crespo. A partir de su interpretación en esta película trabaja con regularidad durante cinco años, haciendo un total de veintidós películas y trabajando para distintas compañías cinematográficas como: La Metro, la Fox, la Paramount y la Warner Bros. Hizo incluso papeles de extranjera en películas propiamente americanas, pero cuando marchaba bien y esperaban hacer nuevos films, llegó la suspensión de toda producción en castellano por parte de la mayoría de los Estudios de Cine como: la Warner, la Metro, la Paramount y la Columbia. Tan solo quedó operativa la Fox, a la que Carmen tuvo que volver y donde tomó parte en casi todos sus films. En 1935 y al término del rodaje en Nueva
York de «Tango Bar» (con Rosita Moreno y Carlos Gardel). Regresa a España, desembarcando en Barcelona, en el mes de mayo de 1935 con la idea de incorporarse, como actriz, al cine español. Estalla la Guerra Civil quedando Carmen instalada en Barcelona en territorio republicano, realizando 5 películas durante este periodo. Tras la Guerra Civil regresa a América en 1942 trabaja en un film venezolano, no consiguiendo triunfar en América en esta su segunda etapa, por lo que decide volver definitivamente a España en 1946, concretamente a Madrid, donde trabaja algo más aunque solo aparece esporádicamente en las carteleras cinematográficas durante un dilatado período, tras la época inmediatamente posterior a la Guerra Civil. Su producción se relanza y vuelve a ser muy fructífera a partir del año 1952.
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Carmen Rodríguez fue una notabilísima actriz del cine hispano en Hollywood, creadora, merced a su extraordinaria adaptación artística para los más opuestos personajes cinematográficos; cultivó géneros tan dispares como la comedía, la opereta o el drama, pero su gran pasión fue siempre la recitación. Era una recitadora admirable, que sentía, vibraba y gozaba con el verso, ella misma dice en una entrevista: “De niña aprendía de memoriatodas cuantas poesías caían en mis manos, y luego las recitaba ante lafamilia y los amigos, subida en una silla.” Una vez retirada de la escena, a mediados de la década de los 60, vivió en Madrid junto a su hijo José Fernández Rodríguez, dedicándose a escribir poesía y relatos literarios que ella misma recitaba. Da Carmen Rodríguez Moreno falleció en Madrid el 20 de enero de 1972, dos semanas antes de su 73 cumpleaños.
Durante su carrera cinematográfica cosechó muchos éxitos gracias a su extensa y variada filmografía compuesta por medio centenar de películas.
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Filmografía de Carmen Rodríguez Moreno:
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