El Consejo de Gobierno ha aprobado el ‘Decreto regulador de las profesiones turísticas y del inicio de actividad de las empresas de información turística en Castilla-La Mancha’ con la clara intención de adaptar esta profesión a la nueva realidad, al tiempo que se apuesta por la estabilidad y la calidad de un sector que ha experimentado una gran evolución.
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Así lo ha manifestado la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, quien ha explicado que el texto aborda los grandes retos que tiene el sector y propone soluciones para su dinamización, preservando además el cumplimiento de la normativa estatal y la unidad de mercado que debe garantizarse legalmente, tal y como recoge la ‘Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio’, la llamada ‘Ley Paraguas’, que da cumplimiento a la normativa europea.
Esta ley dice que sólo se podrá limitar la prestación de servicios a una parte del territorio español cuando se den razones de seguridad, orden o salud pública, o para garantizar la protección del medio ambiente, supuestos todos ellos que no se ponen en peligro en este caso.
En este sentido, Fernández ha resaltado que “el Decreto recoge unas condiciones suficientes para que la regulación de la profesión de guía turístico garantice la calidad del servicio en la búsqueda de los estándares de excelencia que nos han llevado a batir por sexto año consecutivo la demanda turística hotelera en 2019, alcanzando el segundo mayor número de la historia en cuanto a pernoctaciones”.
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Y además lo hace con un texto que da continuidad al esfuerzo del Gobierno regional por “actualizar una normativa asociada a la actividad turística que se encontraba obsoleta en la región y que exige diseñar y preparar este sector al momento más prolongado de expansión que ha experimentado, de hecho, constituye un pilar fundamental en la estrategia del Gobierno de Emiliano García-Page para el desarrollo económico de Castilla-La Mancha”. Un eje fundamental apoyado en un modelo de un turismo sostenible, de calidad y en constante búsqueda de la excelencia y diferencial dentro de la oferta de interior que compone el conjunto del país.
En la actualidad, la norma que hay en vigor es del año 2006 “y es una norma que está desactualizada porque no responde ni a los retos de un sector que se ha dinamizado y se ha expandido exponencialmente en los últimos años, y tampoco se adecuaba a la legislación básica del Estado ni a la normativa europea”, ha explicado Fernández.
Por otro lado, este Decreto no es aislado sino que forma parte del esfuerzo que está haciendo el Gobierno de Castilla-La Mancha para adecuar la normativa del sector turístico a las nuevas necesidades y retos que tiene el sector y también a la legislación básica estatal.
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En este sentido, la consejera ha detallado que “por ejemplo, ya hemos revisado los requisitos para los campings, los alojamientos de turismo rural, los apartamentos turísticos, los albergues y la Red de Hospederías, y en este momento, la Consejería de Economía, Empresas y Empleo está trabajando en decretos para regular las actividades de agencias de viajes y centrales de reservas, empresas de turismo activo y de ecoturismo, de los establecimientos hoteleros, restaurantes, bares y cafeterías”.
Impulsar el crecimiento económico
Por lo tanto, Fernández ha reiterado que “no se trata de una norma puntual, sino que forma parte del esfuerzo de conjunto por dejar atrás una regulación anticuada y dotar al sector de normas que se adapten a su nueva realidad y sirvan de base para continuar en la senda de impulsar el crecimiento económico y el desarrollo de nuestros sectores productivos a través del diálogo y el consenso con los agentes sociales”.
Prueba de ello, a juicio de la portavoz, es que el Decreto aprobado ayer en su sexta versión después de 23 reuniones ha recogido en la medida de lo posible las distintas sensibilidades territoriales y diferentes puntos de vista del sector durante todo el proceso la elaboración “y el Gobierno ha tomado la decisión de intentar atender al interés general de un sector que es estratégico para el desarrollo económico de Castilla-La Mancha, que ha demostrado generar cohesión territorial, fijar población en el medio rural y contribuir a generar empleo. Por tanto, aborda los grandes retos y propone soluciones para la dinamización del sector y para la unidad de mercado”.
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Una vía de acceso excepcional
Es importante señalar que el nuevo Decreto habilita una vía de acceso excepcional para una situación que ya se daba, la de que guías habilitados en otras comunidades pudieran ejercer en Castilla-La Mancha, reconociendo la habilitación a aquellos y a aquellas profesionales que han ejercido ininterrumpidamente en los dos últimos años, o a aquellos que lo han hecho en tres años de los últimos diez de manera interrumpida, sin duda, “su mejor garantía para demostrar que llevan años en activo en un mercado muy competitivo”.
Actualmente ejercen en la región 720 guías, de ellos, 439 son guías oficiales de Castilla-La Mancha, solo 88 han sido habilitados por la Junta mediante el correspondiente examen, 275 han sido habilitados por otras comunidades autónomas y los 6 restantes por algún Estado miembro de la Unión Europea. “Si no abriésemos ese período excepcional para habilitaciones, serían 281 personas las que se irían al paro, al menos temporalmente hasta que se pudieran examinar. Si ya el mercado turístico ha decidido que estas personas reúnen condiciones de calidad y se están ganando la vida dignamente desde hace años, el Gobierno de Castilla-La Mancha no les puede poner en una situación difícil”, ha indicado Blanca Fernández.
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No es una amenaza, sino una oportunidad
Para concluir, y siguiendo con esta misma línea argumental, Fernández ha invitado a “ver la movilidad de los guías dentro de España y Europa no como una amenaza, sino como una oportunidad que amplía el horizonte de trabajo de aquellas y aquellos guías que se habiliten en Castilla-La Mancha, previene una posible situación de monopolio y garantiza que existan suficientes profesionales disponibles para atender el incremento sostenido de la demanda turística que experimenta la región, además de que, de este modo, “nuestra región resuelve el vacío que existía al respecto en cuanto a la regulación de las y los guías turísticos, ya que se fijan los criterios de acceso a la actividad”.
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