No llueve y desde este sábado ya no quedan reservas de agua en el embalse de la Vega del Jabalón, por lo que la situación es «crítica» para garantizar el agua a los más de 40.000 habitantes del Campo de Calatrava que se abastecen parcialmente de este recurso hídrico. Ya no se le puede obtener más agua y el pozo del Espigón, complementario a este embalse, ha reducido su caudal a unos 1.500 metros cúbicos diarios.
Hace una semana, la sequía situó a los municipios que conforman el Consorcio de la Vega del Jabalón a un paso de las restricciones, pero de momento los cortes en el suministro de agua no llegarán. Al menos en estos días. Así se decidió ayer en la reunión «urgente y extraordinaria» que mantuvieron los alcaldes de las localidades afectadas, quienes han optado por esperar una semana para restringir el agua.
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Siete días claves en los que confían que baje la demanda de consumo de agua y la situación mejore, pues «al haber menos gente en los pueblos, el consumo será también menor», argumentó el presidente del Consorcio y también alcalde de Bolaños de Calatrava, Miguel Ángel Valverde.
El Consorcio ha apostado por aguantar lo máximo posible para restringir el agua y centra la mirada en la última semana de agosto, en la que muchos vecinos abandonan estas localidades para ir a su primera residencia. Un hecho que podría reducir el consumo de agua entre un 15 y un 20%. De no ser así, los responsables del Consorcio convocarán una nueva reunión para estudiar nuevas medidas. Y es que, cortar el agua, explica Valverde, es una situación muy compleja, pues «cambiar las presiones conlleva un resentimiento bastante importante de las redes en baja provocando a su vez fugas no reconocidas y roturas».
La decisión de esperar una semana viene acompañada además por otra de las medidas que contó también con el visto bueno del Consorcio. Y es que, Bolaños de Calatrava y Almagro se suministren al 100% de sus pozos sin mezclarla como venía haciendo hasta ahora con la procedente del embalse para dejar el sobrante al resto de pueblos que necesitan de este agua, pues entre estas dos localidades se necesita entre 5.000 y 5.200 metros cúbicos diarios.
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Unos pozos que son el resultado de unas obras que ambos ayuntamientos hicieron en su municipio y que gracias a esta inversión, y a otras que se han hecho en otros municipios, «se ha podido disponer de agua en los últimos meses».
El inconveniente, apuntó Valverde, es que cabe la posibilidad de que el agua de estos pozos presenten unos niveles de nitratos (parámetro que se empezó a observar a partir de enero de este año) por encima de los que Sanidad califica como aceptables, por lo que el Ayuntamiento bolañego comunicará este hecho al organismo competente con el fin de que considere esta excepcionalidad transitoria, «como ya ocurre en otros lugares de España».
Ante toda esta situación, el presidente del Consorcio de la Vega del Jabalón lamenta que los municipios se encuentran «muy solos y sin ayuda de la Agencia del Agua, que hasta ahora no ha dado ninguna solución y es su responsabilidad legal».
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«Los municipios hemos estado solos ante una situación muy límite y únicamente hemos contado con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para buscar agua de manera extraordinaria con nuevos pozos de abastecimiento.
Nos encontramos solos y muy abandonados, pero desde los ayuntamientos seguiremos trabajando para garantizar el agua a nuestros vecinos».
