Adiós a un «personaje Ilustre» Juan Antonio Ojeda Casas

Alfonso Delgado Torres.- En estos días ha fallecido D. Juan Antonio Ojeda Casas, aunque no nació en Moral, fue muy querido en el pueblo.  Su padre falleció en 1949 por lo que en 1950 su madre, junto a sus seis hijos, se trasladan a Moral para regentar una farmacia de la localidad. Su madre fallece en el año 2009 con 101 años de edad.

Hijo de Doña María Casas Barragán, Doña María «la de la botica», como se la conocía, tenia la farmacia aproximadamente donde ahora se encuentra  Joyería Josefina, actualmente esta farmacia se encuentra en las «cuatro esquinas» y pertenece a Pedro Galdón.

D. Juan Antonio Ojeda Casas nació en Albadalejo (Ciudad Real) en el año 1933, aunque se trasladó en la adolescencia a la localidad de Moral de Calatrava donde pasó gran parte de su juventud, ha fallecido en Madrid el 11 de diciembre de 2020 a la edad de 87 años.

El 17 de julio de 2020, esta web publicó  su biografía en «Personajes Ilustres»: Personajes Ilustres siglo XX.- D. Juan Antonio Ojeda Casas.

El día 27 de diciembre del año 2003 el consistorio municipal de Moral de Calatrava tuvo a bien ofrecer un homenaje a tan insigne y sobresaliente hijo predilecto de Moral dedicándole una de las calle de la localidad.

Nuestra condolencia a la familia D.E.P.

 

 

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS DIPUTACIONES?

 Paula Fernández Pareja.- Si esta pregunta hubiera tenido que responderla hace uno o dos años mi respuesta habría sido clara y contundente, “las diputaciones forman parte de un esquema territorial trazado en el S XIX, hijas directas de la Constitución de 1812, y que si bien fueron clave en la consolidación del estado español contemporáneo, hoy a medida que los ayuntamientos y las comunidades autónomas han ido ganando peso, las diputaciones han perdido su razón de ser. “.

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ANTES DE TIEMPO

María Luisa Fernández Moreno.- La primera tarde que mi madre sacó a pasear a su Antonio a la plaza un incómodo ir y venir de gente se les acercaba y, con intencionado retintín y desconfianza, le preguntaba que si era hijo suyo. Veintiún años los separaban. Y es que la abuela Ana María rondaba el medio siglo cuando lo trajo al mundo.

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