17 de enero San Antón ¿en qué mes cae?
Moral de Calatrava, 16 enero 2025.- Poco después de 1733 la ermita San Antón se arruinó, pero el pueblo no había olvidado los lazos que le ataban al santo: «el producto de los cerdos del santo» y «dar las vueltas a San Antón». Ambas cosas, a pesar de no existir ni ermita ni hermandad, eran cumplidas fielmente por el pueblo. Le ataban tanto ambas que las llegaron practicando hasta la mitad del s-XX. Por modemidad, por los comentarios de que el beneficio de los cerdos se los quedaba el cura o por la desaparición de los animales de carga y labranza, sustituidos por los vehículos a motor, han motivado que ambas cosas desaparecieran.
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A comienzos de año y cuando se va a dar el dicho de » por San Antón, las cinco y con el sol», el pueblo iba preparando sus fiestas. En mi recuerdo están grabadas las imágenes de estos dos hechos.
El guarro de San Antón. Nace de la propia iconografía religiosa que representa a San Antón acompañado de este animal Entre las cosas que se cuentan de San Antonio se dice: en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos, que estaban ciegos, en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Pero con el tiempo y por la idea de que el cerdo era un animal impuro se hizo costumbre de representarlo dominando la impureza y por esto le colocaban un cerdo domado a sus pies, porque era vencedor de la impureza.
Además, en la Edad Media para mantener los hospitales soltaban los animales y para que la gente no se los apropiara los pusieron bajo el patrocinio del famoso San Antonio, por lo que corría su fama. En la teología, colocar los animales junto a la figura de un cristiano era decir que esa persona había entrado en la vida bienaventurada, esto es, en el Cielo, puesto que dominaba la creación.
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En los terrenos hoy ocupados por la Biblioteca Municipal y Casa de Cultura se encontraba ubicada una pequeña capilla de planta rectangular y cubierta para dar culto y exaltamiento de este santo varón.
María Raquel Torres Jiménez; «Religiosidad Popular en el Campo de Calatrava».. Cofradías y Hospitales al final de la Edad Media A finales del siglo XV, Moral contaba con la cofradía de San Antón (años 1491, 1493 y 1495), que no tenía a su cargo ni hospital, ni ermita, en el año 1502 la cofradía ya figura con ermita y en 1509-1510 figura una cofradía con hospital. Por lo que respecta al mantenimiento que las cofradías hacen de la ermita de la cual se encargan, éste viene a ser mínimo y sólo se limita a dotarla de los ornamentos más elementales para el desempeño de su función eclesiástica y devocional. Según el inventario hecho por esta cofradía el año 1493 se cifra en: una sábana, un alfamar, una campanilla, una arqueta para las candelas y un candelero de la ermita de San Antón.
Hervás y Buendía nos dice en 1899: «Existía esta ermita en la plazuela de San Antón y pertenecía a los Antóninos u Hospitalarios de San Antonio, instituto religioso aprobado primero por Urbano Il en el Concilio de Clermont en 1096 y constituida en Orden por Bonifacio en 1208 bajo la regla de los canónigos regulares de San Agustín. En el año 1733 se representó por varios vecinos de esta villa al Comendador Mayor de las casas hospitales de San Antonio Abad de Ciudad Real, que la ermita del Santo amenazaba ruina y deseaban acudir a su reedificación.
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Hecho personalmente el reconocimiento por el comendador ordenó que la imagen, ornamentos y demás objetos destinados al culto se depositaran en la iglesia parroquial; como en el acto de la visita se le hiciese notar no ser conveniente el levantar la ermita sobre la antigua, y que el presbítero D. Adriano Nieto ofrecía a este objeto una casa de su propiedad, pasó el comendador a verla, hallando tener terreno sobrado y en sitio conveniente, concediendo para la obra los materiales todos de la ruinosa ermita, los censos que poseía y la mitad del producto de los cerdos dedicados al Santo.
No recibió bien el pueblo la elección del sitio de la nueva ermita, por lo que el alcalde se vio obligado a convocar Cabildo General, para elegir de común acuerdo el sitio sobre el que se había de edificar. Como suele suceder en estos alborotos populares, fueron muchos y variados los pareceres, y no encontrando el modo de aunar encontradas opiniones, se fió la resolución del asunto a la suerte, favoreciendo ésta al Corralazo de Doña Elvira.
Todas las energías se consumieron estérilmente en esta enojosa cuestión, la ermita se arruinó y la imagen se colocó en la capilla de Nuestra Señora de la Antigua, en la Iglesia Parroquial, hasta que habitada la capilla de Barredo, cerrada mucho tiempo por la humedad, se construyó el elegante retablo tomando el nombre del Santo Abad y que posteriormente fue también destruido en la última guerra de liberación nacional.


El Catálogo Monumental Artístico-Histórico de España de 1917 nos dice: Hay otras ermitas, convertidas algunas en tiempos modernos en iglesias,
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