Doscientos dos años

Hoy celebramos el 202 aniversario de un suceso ocurrido en Moral de Calatrava, allá por 1817, conocido como «un suceso prodigioso», atribuido a Fray Julián de Piedralaves.

II Centenario «de un suceso prodigioso»
La celebración del II Centenario por: MªDolores López-Tercero Sánchez Hace doscientos años, el 20 de abril de 1817, tuvo lugar el popularmente conocido como milagro de fray Julián de Piedralaves. Tras varios meses de trabajo, en los que se ha intentado recuperar la historia de este acontecimiento, así como se ha llevado a cabo la planificación de una serie de actos y actividades para estos días. Es ahora, el 20 de abril de 2017, cuando todo cobra sentido y el trabajo realizado da sus frutos. Unidos bajo un mismo sentir, nos hemos encontrado dos pueblos. Enlazados por un mismo personaje común: fray Julián de Piedralaves. Eran cerca de las once de la mañana, cuando comenzaban a aparecer los primeros vecinos de Piedralaves. La Plaza de España de Moral de Calatrava, ha sido el punto de unión de ambas localidades. A las doce de la mañana, daba comienzo el acto de Hermanamiento entre Piedralaves y Moral, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. En este acto, se han hecho entrega de una serie de obsequios por parte de ambas localidades, como muestra de la unión llevada a cabo con motivo de la celebración de este Bicentenario; además, de la firma del acuerdo de hermanamiento, por parte de ambos alcaldes, Don Manuel y Doña María Victoria, por el que, a partir de este 20 de abril, ambos pueblos quedan, indefinidamente, hermanados. Poco después, se hacía una pequeña ruta turística por el casco antiguo de la localidad, de mano de Antonio Jesús Lerma, quien les ha mostrado, y explicado, nuestra plaza, Iglesia Parroquial, ermita de la Virgen de la Sierra y, ermita de la Soledad. Tras la comida, todos nos hemos desplazado hasta la Plaza de Piedralaves, donde se ha colocado un altar a las afueras de la ermita del Santo Cristo de la Humildad, desde donde se ha oficiado una solemne misa para conmemorar este acto religioso que tuvo lugar hace doscientos años en Moral de Calatrava. Durante esta misa, y la posterior procesión, se ha interpretado, y cantado por todos los asistentes, el ya recuperado, por Begoña Hervás, Himno del Milagro de Piedralaves.
Monumento a Fray Julián.
Poco después, se ha procedido a la inauguración del parque del II Centenario de un Suceso Prodigioso, frente al asilo de ancianos; y de la escultura realizada en honor de fray Julián de Piedralaves, situada a la entrada de la Plaza de Piedralaves, y cuya realización ha sido posible gracias a Juan Fernández. Tras un pequeño periodo de tiempo de descanso, todo quedaba organizado para la procesión realizada en conmemoración de la que hace doscientos años recorrió las mismas calles de nuestra localidad; en esta ocasión, engalanadas con colchas, alfombras, flores y plantas. El olor embriagador del incienso purificador y el hinojo colocado en algunas partes de la travesía, junto a los pétalos de rosas que algunos vecinos arrojaban sobre las imágenes a su paso bajo los balcones, han hecho de esta procesión un acto inolvidable.
Junto a la Virgen de la Sierra, un descendiente directo de Fray Julián y Francisca López (concejal de Cultura)
Las imágenes de Nuestra Señora de la Sierra, Cristo de la Humildad y San José, iban acompañadas por los representantes de las distintas hermandades y cofradías religiosas moraleñas, representantes del ayuntamiento, y por todos aquellos vecinos que han querido formar parte de la misma.  Y, en la misma procesión, a los pies de nuestra patrona, la Virgen de la Sierra, se encontraba el chaleco de fray Julián de Piedralaves, quien su descenciente Jose Luis López, ha traído para que todos los moraleños podamos contemplarlo. En la ermita de San Roque se ha realizado la primera parada, haciendo un recordatorio por parte de nuestro párroco, Don Rafael Melgar, de las palabras pronunciadas por fray Julián de Piedralaves. Después, partía de nuevo la procesión por la calle San Roque, realizando una segunda parada en la puerta de la casa donde, en 1817, fueron refugiadas las imágenes de la lluvia. Al llegar a la Plaza de España, las imágenes han entrado en la Iglesia Parroquial, donde se ha hecho una pequeña exposición, rogado y cantado los himnos de nuestros patrones, por parte de todo el pueblo. Resulta imposible negar que ha sido un día cargado de emociones, sentimiento y, por supuesto, creencias religiosas que sin duda pasaran a formar parte de la memoria de nuestro pueblo, enriqueciendo de esta forma nuestro patrimonio inmaterial. Por supuesto, agradecer a Alfonso Delgado Torres por haber acercado este día, minuto tras minutos, a todos aquellos que por distintos motivos no han podido acompañarnos. Y al pueblo de Piedralaves, nuestro agradecimiento por haber formado de este día tan especial para nosotros. Esperamos que hayan disfrutado de esta visita a Moral de Calatrava, de la que esperamos pronto se repita, pues aquí tienen su casa.