Lorenzo Fernández Molina.- Corría el año de gracia de 1632 cuando Valdepeñas se dispuso al traslado de la Orden Trinitaria desde la periferia a su actual y definitivo enclave. Las obras habían comenzado en 1615 y, al acabar las mismas, se fija por el Prior Fr, Juan de San José el día del traslado el 30 de noviembre, martes y día de San Andrés.
La comunidad trinitaria y el pueblo se aprestan a celebrarlo con gran esplendor. La festividad durará ese día 30 y los 8 siguientes no faltando medios para el regocijo.
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Para tal acontecimiento, el Marqués de Santa Cruz, como señor de Valdepeñas y al que se le ha ofreció el Patronato del Convento, pone los medios económicos, ayudando a la esplendidez de los actos todos los vecinos por haber sido aquellos años abundantes.
Los actos religiosos tuvieron un brillo singular, pues acudieron de todos los conventos próximos a Valdepeñas, reuniéndose una gran comunidad. Como debe suponerse, los franciscanos moraleños debieron acudir a los mismos y una gran multitud que serían familiares y vecinos de los trinitarios moraleños que se trasladaban.
Publicadas las fiestas y anunciado el día que darían principio, acudió tanta gente de los pueblos de la comarca, que los naturales de Valdepeñas desconocían la población. La multitud que ocupaba las calles y plazas excedía toda ponderación, pues tanta fue la muchedumbre que acudió que no existían medios materiales para hospedarla.
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Entre la multitud de actos -pólvoras, chirimías , desfiles, …., debemos destacar los toros. Todos los días empleando todos los modos que entonces se acostumbraban; unos murieron con los rejones de los caballeros en plaza, otros con lanzadas de a pie, algunos alanceados a caballo, varios con las espadas de los diversos pelotones de soldados que habían venido para la fiesta, quitándole la vida a los demás con distintos género de muerte.
Y aquí aparece nuestro personaje:
“Dominguillo” el del Moral
sobre caballo blanco montado
“alancea” un toro eral,
mientras a pie sus paisanos
le echan los perros a otro igual,
de pelo negro zahino.
¿Quién fue Dominguillo? ¿Dónde ensayaba su arte?
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Teniendo en cuenta que es el único personaje que se nomina en estos actos debería ser conocido y es probable que fuera llamado para las fiesta de los distintos pueblos.
Otra pregunta que debemos hacernos es si ese era su nombre, ya que Dominguillo se denominaba a un personaje bufón para amenizar las fiestas. De cualquier forma ese personaje fue moraleño.
Datos trasmitidos por don Eusebio Vasco y recogidos por don Rafael Hurtado.
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