Francisco Arroyo jefe de la policía local de Moral de Calatrava.

«Recuerdo con mucho cariño a los compañeros que se han ido jubilando»

«Una entrevista de Tere Navarro para «Encuentro», periódico de la parroquia de San Andrés apóstol de Moral de Calatrava».

Moral de Calatrava, Teresa Navarro.-  Francisco Arroyo es el jefe de la policía local de Moral de Calatrava. Está casado desde el año 2001 y tiene tres hijos. Ahora, la mayor, se ha marchado a Alicante a continuar sus estudios universitarios. Es policía por vocación. Aprobó la oposición el 1 de junio de 1998 y se incorporó a la academia de policías locales. Desde 1999 es policía en nuestro pueblo trabajando por él y para él.


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¿Cuál es tu experiencia como policía?

No es nada fácil. Es un trabajo muy incomprendido. Hay que pensar que de la policía lo que más se ve son las odiosas denuncias de tráfico. Puedes hacer muchas cosas buenas, pero, al final, te juzgan por si denuncias más o menos. Tienes que tener muy claro que estás en el lado correcto y no dejarte llevar por lo que crees que es lo que quiere la gente que hagas, que no es siempre lo que debes de hacer. 

¿Siempre quisiste ser policía?

Me acuerdo de mi vecino Ángel Cañadas del que conservo muy buenos recuerdos. Cuando se enteró que yo iba a ser policía me dijo que ya desde niño, en los veranos que nos salíamos todos a la calle me decía: ¿y tú Francisquito, qué quieres ser de mayor? Y yo no dudaba y le decía: «yo, policía». Al final, así fue. Es una profesión en la que todo el que llega, por los motivos que sea,  al final se engancha, es algo vocacional, de servicio público. Esta pandemia lo dejó muy claro: la policía, como otros colectivos, estuvimos al pie del cañón. Estuvimos convencidos de lo que teníamos que hacer, sin pensar en nada, sin pensar incluso en contagiarnos o en contagiar a nuestras familias como fue mi caso. Es lo que teníamos que hacer y lo hicimos. Sin más. 


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¿Cómo lleva su familia el nuevo cargo?  ¿Le surgen problemas en el plano personal o familiar?

Yo siempre digo que mi familia es rehén de mi trabajo. Ser policía en tu pueblo no es fácil. Ahora, para mí, ser además el Jefe de la Policía es más difícil. Las personas que demandan este servicio quieren hablar con el jefe, y más si a los otros policías nos los conocen porque quizás llevan poco tiempo trabajando en el pueblo; no los conocen porque no son del pueblo o porque creen que a lo mejor yo les voy a aportar algo diferente a lo que les pueda decir mis compañeros. Eso hace que mi implicación sea cada vez mayor. Mi mujer muy a menudo, de broma, me dice “tú siempre mirando por tu pueblo, ¿y de qué te sirve?”. Yo, por mi parte, le digo que es mi deber y no puede ser de otra manera.

¿Eres cristiano? ¿Eres practicante?

Soy cristiano aunque reconozco que no muy practicante. En mi familia se vive con mucha pasión la Semana Santa. En mi casa somos todos de Jesús de Nazareno, cuantas veces hemos salido los cinco a la vez a procesionar con los morados. Qué tiempos.  

¿Qué amigos tiene de la infancia y qué recuerdos guarda?

Los amigos de la infancia siempre están ahí. Aun así, las diferentes etapas de mi vida me han hecho conocer a mucha gente con los que conservo muy buena relación. 


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¿Cuáles son las funciones de un jefe de policía en un pueblo como Moral?

Las funciones de jefe vienen a ser mayormente de supervisión del servicio y consecución de objetivos. Para mí, que soy muy exigente conmigo mismo y que me gusta hacer muchas cosas, siempre estoy pensando qué puedo hacer para dar un mejor servicio y conseguir cumplir ciertas metas, siempre con empatía y humildad, de la forma menos agresiva o como dice mi suegra “siempre por las buenas”.

¿Puedes contarme una anécdota en todos estos años de trabajo?

Estos 24 años han dado para mucho. Recuerdo con mucho cariño a los compañeros que se han ido jubilando. Cuántas cosas hemos vivido. Recuerdo aquella noche de abril de 2012 que mi compañero Rogelio sufrió un infarto conmigo en el coche patrulla y casi no lo cuenta. Recuerdo cómo conduje el coche a todo lo que daba hasta el centro de salud, en la soledad de la noche, mientras veía que Rogelio no me respondía. Afortunadamente se consiguió recuperar, aunque ya nunca volvimos a prestar servicio juntos porque que acabo jubilado.


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¿Cuál es el trabajo que desarrolla la Policía Local en Moral?

Ser policía local en un pueblo como Moral donde todos nos conocemos hace que en muchas ocasiones se presten servicios que no son propiamente de policía. Muchas veces lo que se nos pide es simplemente que escuchemos a la gente, que seamos empáticos, solidarios, que la gente sepa que estamos ahí, solamente por la tranquilidad que da el saber que detrás de un policía o de un teléfono de emergencias hay alguien que te puede ayudar.

Es cierto que del trabajo que hacían los compañeros viejos, a los que llamaban “los serenos”, al trabajo que  hacen ahora los policías locales de hoy, con tan buena formación, tan preparados, casi todos con carreras universitarias es muy diferente, han cambiado mucho, y más, las competencias, somos más policías especialistas en determinadas áreas, ha habido un salto abismal. 

¿Qué proyectos tiene para el futuro de la policía de Moral?

Yo cuando me presento a la jefatura lo hago con el ánimo de conseguir mantener el grupo humano que formamos este colectivo. Siempre digo que tenemos un equipazo de policías en Moral. Jugamos en Champions. Tenemos prestigio en cuanto a profesionalidad en la provincia y somos referente de buen trabajo. Por eso no quiero que se me vaya ningún compañero. Solo manteniendo este equipo podemos seguir adelante con proyectos de trabajo. 


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Tengo varios proyectos como es relanzar la Educación Vial en los colegios, aprobación de nuevas ordenanzas de tráfico y Seguridad Ciudadana y atacar desde mi ámbito competencial el consumo de alcohol y drogas en la conducción, entre otros. No se puede descuidar la seguridad ciudadana ya que la presencia en la calle es fundamental.