Sobre el asunto del volcanismo activo de Campo de Calatrava

Pedro Rincón Calero. Doctor en Ciencias Geológicas.- “-Niño, niño -dijo con voz alta a esta sazón don Quijote-, seguid vuestra historia línea recta, y no os metáis en las curvas o transversales; que para sacar una verdad en limpio, menester son muchas pruebas y repruebas”.

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Bien, este texto lo escribe el geólogo que comenzó a investigar académicamente los volcanes calatravos en el año 1994, a título personal (se subraya), y alarmado ante tal cantidad de noticias geológicamente erróneas -auténtico “bombardeo mediático”- que provocan eso: alarma social.

Serán sólo reflexiones científicas, pero sin argumentación tediosa: aptas, pues, para todos los públicos. Seré, además, muy breve.

¿Cómo podría un médico aventurar qué enfermedad u otras afecta a un paciente si de todos los síntomas que evidencia éste sólo cuantificara en su consulta, por ejemplo, la altura del enfermo?

¿Y, aún asumiendo que se hubiera realizado bien la medida de tal longitud con un flexómetro, quién entre Uds. daría validez a este diagnóstico del galeno? 

Sustitúyase “médico” por “geógrafo”, “enfermo” por “volcanismo activo en Campo de Calatrava”, y “altura” por una “datación mediante el método de Carbono-14” de una muestra de suelo supervisada por geógrafos.

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La Ciencia se fundamenta, desde que es Ciencia, en el logro y en el análisis de “muchas pruebas y repruebas”. La Ciencia de la Geología no es ajena a este axioma. La génesis de los volcanes, la actividad o inactividad de los volcanes, la totalidad de posibilidades de materiales que conforman los volcanes, etc., son estudiados por la Ciencia de la Geología.

La Ciencia de la Geología, además, dispone de algo más que un “flexómetro”; dispone de muchas herramientas para ser fiel a tal axioma secular antes referido: herramientas tectónicas, herramientas morfotectónicas, herramientas sísmicas, herramientas geofísicas, herramientas petrológicas, herramientas de dataciones radiométricas, herramientas hidrogeológicas, etc.

Con todas estas herramientas, la Ciencia de la Geología “prueba y reprueba”, sí, desde hace muchas décadas sobre el volcanismo neógeno-cuaternario de Campo de Calatrava. Y pruebas documentales hay sobre esto, y éstas son accesibles para todos los interesados. Y estas “pruebas y repruebas” de los geólogos son concluyentes: edad del volcanismo neógeno-cuaternario calatravo oscilante entre 7,4 y 0,7 millones de años. La última datación de un evento volcánico habría ocurrido, pues, hace 700.000 años. Un resumen excelente de parte de esta cuestión puede hallarse en: https://doi.org/10.1007/s41513-021-00167-y 

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No cabe, pues, discusión alguna sobre el asunto. Para un geólogo no hay más: no procede alarma social por este asunto por más que ese “bombardeo mediático” se empeñe. Recuérdese: la génesis de los volcanes, la actividad o inactividad de los volcanes, la totalidad de posibilidades de materiales que conforman los volcanes, etc., son estudiados por la Ciencia de la Geología.

Manzanares, 9 de Enero de 2024